TERCERO DE SECUNDARIA
El tercer año de secundaria fue, sin duda, uno de los más intensos. Las materias se pusieron aún más desafiantes, y aunque al principio me sentía un poco perdida con tantos temas nuevos, pronto me di cuenta de que era parte del proceso de aprender cosas más profundas.
Las ciencias como la física y la química fueron las que más me costaron, pero a la vez me hicieron pensar en lo que me gustaría estudiar en el futuro. Aunque no tenía todo claro, comencé a interesarme más por las ciencias y la investigación.
Este año también hubo muchas actividades que me ayudaron a salir de la rutina. Tuvimos el apostolado al internado de niños que me hizo darme cuenta de lo importante que es ayudar a los demás y lo mucho que podemos aprender al salir de nuestra zona de confort. Aunque fue un año exigente, me di cuenta de que todo tiene su valor, y que los esfuerzos valen la pena.
En resumen, el tercer año fue el año de la reflexión. No solo porque las materias eran más complejas, sino porque también comencé a pensar en lo que realmente quiero para mi futuro. Aunque a veces me sentí un poco abrumada, aprendí a enfocarme, a organizarme mejor y, lo más importante, a disfrutar del proceso. Ahora, al mirar atrás, sé que este año fue fundamental para prepararme para los últimos años de la secundaria y para todo lo que viene después.
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